El feminicidio por prostitución, o feminicidio en el sistema prostitucional, es una realidad silenciada oficial y socialmente en nuestro país. Pese a que la propia Naciones Unidas (1) recomienda considerar la situación de prostitución de la víctima como una variable nuclear en el marco estadístico del feminicidio, el Gobierno español no la incluye en su metodología (2). Esta decisión contribuye a la opacidad acerca del sistema prostitucional, cuyo extremo máximo es esta categoría de feminicidio.
La primera vez que desde Naciones Unidas se determinaron diferentes tipos de feminicidio fue con ocasión de la Declaración de Viena de las Naciones Unidas sobre el Feminicidio, en 2012 (3). El término feminicidio hace referencia a los asesinatos de mujeres y niñas por el hecho de ser mujeres o por razón de su sexo, fundados en una estructura de poder, odio o menosprecio de los hombres sobre las mujeres. Dicho de otra forma, entendemos por tal el asesinato de una mujer a manos de un hombre por machismo o misoginia. Esta es la definición adoptada por el Gobierno de España, en la citada metodología sobre el feminicidio de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género (DGVG).
El término feminicidio hace referencia a los asesinatos de mujeres y niñas por el hecho de ser mujeres o por razón de su sexo, fundados en una estructura de poder, odio o menosprecio de los hombres sobre las mujeres
El feminicidio, como violencia machista, está motivado por factores estructurales. Como recoge Naciones Unidas, arraiga en factores como “la ideología del derecho y el privilegio de los hombres respecto de las mujeres, las normas sociales relativas a la masculinidad y la necesidad de afirmar el control o el poder masculinos, imponer los papeles asignados a cada género o evitar, desalentar o castigar lo que se considera un comportamiento inaceptable de las mujeres” (4). En definitiva, son crímenes cuyo subtexto es garantizar el sometimiento o expresar dominación sobre la mujer. Como violencia de género, o violencia machista, es delito público además de privado, implicando tanto al Estado –directa o indirectamente– como a los agresores individuales.
Es este sustrato patriarcal y la desproporción en la violencia sufrida por las mujeres con respecto a la ejercida por ellas lo que hace necesario establecer el concepto de feminicidio como violencia machista extrema, medirlo y estudiarlo, a fin de ajustar las estrategias para su erradicación. Recientemente, Naciones Unidas cita al Observatorio Feminicidio.net como ejemplo de iniciativa no gubernamental que puede permitir ampliar los datos disponibles, incluyendo la identificación de factores relacionados con el género en información de los medios. Así se recoge en el Documento de antecedentes sobre los comités de revisión del feminicidio (2023) (5).
Naciones Unidas cita al Observatorio Feminicidio.net como ejemplo de iniciativa no gubernamental que puede permitir ampliar los datos disponibles
Clasificamos como “feminicidio por prostitución” cuando una mujer es asesinada por un hombre en un contexto de prostitución. Entra en esta tipología el caso del victimario que asesina a la mujer motivado por la misoginia que despierta en él la condición de prostituida de la víctima. También conlleva la carga de estigmatización social y justificación en la mente del victimario: “se lo merecía”; “ella se lo buscó por lo que hacía”; “era una mala mujer”; “su vida no valía nada”.
La importancia de su estudio es cualitativa e incide de lleno en la perspectiva de igualdad. Constituye una prueba de la prostitución como sistema de violencia, imposible de legitimar “como un trabajo más” en una sociedad igualitaria. En este mismo sentido se manifiesta la Relatora sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, Reem Alsalem, en su informe sobre prostitución y violencia, presentado en el Consejo de Derechos Humanos en junio de 2024 (6).
La Relatora señala que la prostitución “provoca feminicidios, asesinatos en serie y amenazas de muerte”, y recoge cómo, en el sistema de la prostitución, los principales autores del feminicidio son los “compradores de actos sexuales”. Recomienda “reconocer la prostitución con sus variantes conexas, como la pornografía, como un sistema de explotación y violencia” considerando todo el espectro de derechos humanos, incluido el contexto de prostitución, en el delito de feminicidio. Recomienda también investigar y clasificar proactivamente como feminicidio el asesinato de mujeres y niñas en la prostitución.
La Relatora de Naciones Unidas Reem Alsalem señala que la prostitución provoca feminicidios, asesinatos en serie y amenazas de muerte
En Feminicidio.net, en 2023 recabamos cuatro feminicidios por prostitución en España, dos más que el año anterior (7). Suponen cerca de un cuatro por ciento de total anual de feminicidios y otros asesinatos de mujeres. El elemento común en los cuatro casos es que el feminicida es el varón prostituidor, todos ellos españoles, mientras que ellas son tres mujeres migrantes y una nacional. Tres de los victimarios tenían graves antecedentes criminales. Sobre dos de las víctimas hay información de exclusión social y falta de vivienda. El contexto de estos casos revela una sociedad no exenta de misoginia y desigualdades.
El primero de ellos se perpetró en enero en Santa Marta de Tormes (Salamanca) y costó la vida a Yess María Pérez Quejada, de 44 años, madre de dos hijos y colombiana de origen. Su cadáver fue hallado en enero en la bañera de su casa con signos de violencia. D.G.M., de 39 años, miembro de una familia conocida en esta localidad, fue detenido y acusado del crimen y declaró haberla solicitado como demandante de prostitución. Condenado por un jurado popular como culpable de asesinato con agravante de género, el fiscal aseguró que el acusado es una persona que desprecia a las mujeres, que sacó fotos y grabó vídeos con Yess María agonizando, que se mofó de ella. Este sujeto ya había sido sentenciado antes por un caso de violencia de género.
El elemento común en los cuatro casos de 2023 es que el feminicida es el varón prostituidor. Tres de ellos tenían graves antecedentes criminales
En marzo, en Oviedo, el caso de Tatiana Coinac tuvo patrones comunes: la víctima es otra mujer migrante –de origen moldavo– y prostituida, de la misma edad, hallada también con signos de violencia en la bañera de su vivienda. El feminicida confeso es el cabo Adán Feito, un militar apartado del servicio por abusar sexualmente de una compañera, y relacionado con Tatiana como demandante de prostitución. La mujer fue violada y sufrió una brutal paliza antes de morir.
En julio desapareció en Jerez de la Frontera (Cádiz) Buran Forouzan, de 64 años, también de origen extranjero –iraní–, una mujer en situación de exclusión económica que había residido en un albergue. El feminicida confeso, Miguel, un agricultor jubilado de 78 años, posee un terrible historial: 22 años en prisión por intentar asesinar a su exmujer y por matar a un inmigrante. Este hombre utilizaba como fetiche una muñeca sexual y había mantenido encuentros con Buran, a la que pagaba por sexo. Ella conocía los antecedentes del victimario, al que temía, según los mensajes que enviaba a su hermana. Su cadáver, descuartizado y arrojado a un pozo, no pudo hallarse hasta semanas después.
Sobre dos de las víctimas hay información de exclusión social y falta de vivienda
En noviembre fue asesinada Judith Muñoz González, de 37 años, en O Porriño (Pontevedra), asfixiada con un pañuelo en la garganta. De las cuatro víctimas mortales prostituidas de 2023, es la única nacida en España. Al igual que Buran, el contexto revela la exclusión social: vivía en una infravivienda ocupada. La mujer había sido víctima de malos tratos y era madre de una hija. Su cuerpo fue hallado en un polígono industrial. El acusado es un varón español de 53 años, Casimiro Feijoo, también con un amplio historial violento, con condenas por robo y agresión sexual en España, y por el feminicidio de su pareja en Venezuela. Como en los casos anteriores, era un prostituidor de Judith.
El análisis de estos casos proporciona conocimiento acerca de la violencia machista y sexual más grave. El feminicidio en este contexto recae en mujeres muy menospreciadas y maltratadas por la misoginia patriarcal, de modo que representa el extremo de una violencia machista física, psicológica, económica y sexual. Por otra parte, evidencia el papel ambivalente de los medios de comunicación, cuyo trabajo local es una valiosa fuente de contexto y a la vez se retrata el lenguaje y los tópicos con los que a menudo se abordan estos casos. Además, el estudio de casos supone una reivindicación de la memoria de las víctimas más olvidadas y es una herramienta contra su invisibilidad.
Visibilizar, estudiar y erradicar el feminicidio por prostitución, y por descontado incluirlo en el ámbito de la violencia machista, es un trabajo pendiente para el Estado. En España, desde la sociedad civil y el movimiento feminista, nuestro Observatorio lleva años en esta tarea, en el convencimiento de que el sistema prostitucional es una de las instituciones clave de la opresión de las mujeres.
No las olvidamos.
El feminicidio por prostitución representa el extremo de una violencia machista física, psicológica, económica y sexual
Este texto ha sido extraído de Feminicidios y otros asesinatos de mujeres. Informe España 2023, de Feminicidio.net, cuyas coautoras son Graciela Atencio y Ana de Blas, con motivo del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres de Naciones Unidas.
NOTAS
(1) UNODC-UN WOMEN (2022). Marco estadístico para medir el homicidio de mujeres y niñas por razones de género (también denominado “femicidio/feminicidio”). https://lac.unwomen.org/sites/default/files/2022-08/1%20Marco-estadistico-homicidios-por-razones-de-genero_2022-Color%20%285%29.pdf
(2) DELEGACIÓN DEL GOBIERNO CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO. Estadísticas. Feminicidios. Notas metodológicas. https://violenciagenero.igualdad.gob.es/violenciaEnCifras/victimasMortales/notas-metodologicas/
(3) CONSEJO ECONÓMICO Y SOCIAL DE LAS NACIONES UNIDAS (2012). Vienna Declaration on Femicide [Declaración de Viena sobre el Feminicidio], Naciones Unidas, Nueva York. E/CN.15/2013/NGO/1 https://www.unodc.org/documents/commissions/CCPCJ/CCPCJ_Sessions/CCPCJ_22/_E-CN15-2013-NGO1/E-CN15-2013-NGO1_E.pdf
(4) NACIONES UNIDAS (2017). Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer. Recomendación general núm. 35 sobre la violencia por razón de género contra la mujer, por la que se actualiza la recomendación general num. 19 (CEDAW/C/GC/35*) https://documents.un.org/doc/undoc/gen/n17/231/57/pdf/n1723157.pdf
(5) UNODC (2023). Background paper on Femicide Review Committees. https://www.unodc.org/documents/commissions/CCPCJ/CCPCJ_Sessions/CCPCJ_32/CRPs/ECN152023_CRP6_e.pdf (E/CN.15/2023/CRP.6) Pág. 48: “En la mayoría de los países donde la recopilación de datos oficiales sobre homicidios permite la inclusión de factores relacionados con el género, a menudo se limitan a la identificación de la pareja íntima (o expareja íntima) y asesinatos relacionados con la familia. En estas circunstancias, el papel de iniciativas no gubernamentales y académicas pueden permitir una ampliación de los datos disponibles sobre el asesinato de mujeres por motivos de género, mediante, por ejemplo, la identificación y el análisis de casos en los que otros factores relacionados con el género estaban presentes, por ejemplo, en informes de los medios (Por ejemplo, el Observatorio Griego sobre el feminicidio https://femicide.gr/ en Grecia, y en España, la iniciativa Feminicidio.net).”
(6) NACIONES UNIDAS (2024). Asamblea General. La prostitución y la violencia contra las mujeres y las niñas. Informe de la Relatora especial Reem Alsalem. A/HRC/56/48. https://documents.un.org/doc/undoc/gen/g24/078/84/pdf/g2407884.pdf
(7) FEMINICIDIO.NET (2024). Feminicidios y otros asesinatos de mujeres. Informe España 2023. https://feminicidio.net/wp-content/uploads/2024/10/informe-espana-2023.pdf