Quién es quién en la crisis de las ‘grooming gangs’ en el Reino Unido

Desde Feminicidio.net repasamos algunos datos y referencias sobre quién es quién en la polémica alrededor de las redes históricas de violencia y explotación sexual de niñas en el Reino Unido, con una reflexión final:

Elon Musk. El propietario de X y actual mano derecha de Donald Trump ha puesto en el foco mundial a estas redes criminales al acusar de falta de contundencia contra ellas al Gobierno británico, de signo laborista. Musk también ha pedido la puesta en libertad del activista de extrema derecha Tommy Robinson, a quien erróneamente atribuye el mérito de destapar el escándalo.

Keir Starmer. El actual primer ministro del Reino Unido, que estuvo al frente de la Fiscalía entre noviembre de 2008 y noviembre de 2013, ha tenido que salir al paso de esta crisis. Los hechos reales de fondo tienen un largo recorrido en el país.

Jess Philips. La ministra de protección de la infancia ha rechazado la petición de una investigación estatal solicitada por el Consejo de Oldham, ya que considera que es responsabilidad de las autoridades municipales hacer su propia investigación de ámbito local. El partido conservador también rechazó una investigación nacional mientras estaba en el gobierno.

Los criminales sexuales organizados en grooming gangs (literalmente, bandas de captación, la mayoría compuesta por varones de ascendencia paquistaní), cuya existencia se documenta desde finales de los 90 hasta al menos 2014 en varios informes. Entre ellos figura Shabir Ahmed. En Oldham, este cabecilla de una red de prostitución de otra localidad, Rochdale, pudo trabajar como agente social incluso un año después de haber sido acusado de violencia sexual contra menores. Fue condenado en 2012 a 22 años de cárcel. En 2012, nueve hombres de Rochdale, británicos de ascendencia paquistaní, fueron condenados por delitos sexuales. Según el informe de revisión posterior, que identificó a 96 hombres como perfiles de riesgo, las niñas fueron abandonadas a merced de las bandas durante años.

Las víctimas. Los testimonios aportados revelan una crueldad espeluznante: chicas violadas, rociadas con gasolina, traficadas, agredidas. Niñas de tan sólo 11 años fueron violadas por un gran número de agresores masculinos. Una víctima infantil, conocida como Amber, proporcionó pruebas significativas, pero los crímenes no fueron registrados por la policía. En el juicio de Rochdale se supo que niñas de 12 años habían sido sometidas a alcohol y drogas y violadas en grupo en habitaciones situadas encima de establecimientos de comida para llevar y trasladadas a distintos pisos en taxis. El documental de la BBC de 2017 The Betrayed Girls destacó los fracasos en la protección de las niñas. La miniserie Three Girls (una coproducción de la BBC de 2017) dramatiza hechos reales ocurridos en Rochdale.

Alexis Jay. El informe realizado por esta investigadora sobre explotación sexual de menores en la localidad de Rotherham entre 1997 y 2013 reveló que más de 1.400 niñas (una estimación “conservadora”) habían sido, y continuaban siendo, víctimas a manos de grupos organizados, en su mayoría de origen paquistaní.

Las denunciantes. Sara Rowbotham, concejala laborista en Rochdale, extrabajadora de salud, y la exdetective de la policía del Gran Manchester Maggie Oliver, ayudaron a exponer la red de violencia sexual contra menores en esta localidad.

Las autoridades municipales y policiales minimizaron la magnitud del problema. Además de Rotherham, hubo otras investigaciones y revisiones independientes locales, incluidas las de Telford, Oxford, y Oldham o Rochdale, en el Gran Manchester. Las revisiones expusieron graves fallos en la protección. En 2022 se publicó un informe independiente de ámbito estatal (IICSA) sobre delitos sexuales contra menores por parte de grupos organizados, incluyendo las ciudades citadas y otras. El informe detectaba errores de las autoridades por no actuar a tiempo y por su temor a ser acusadas de racismo, dado el origen mayoritario de los perpetradores, varones asiáticos musulmanes. La publicación apenas recibió comentarios y muchas de sus recomendaciones no se han implementado.

Los trabajadores sociales. Entre ellos existía conciencia de que las menores tuteladas corrían el riesgo de ser víctimas de esas bandas.

Y nuestra primera reflexión: tanto los hechos denunciados como los intentos de manipulación política están en el centro de esta crisis que ha trascendido el ámbito del Reino Unido. Allí donde las fratrías masculinas misóginas dispuestas a perpetrar crímenes contra las mujeres y las niñas, incluidas las islamofascistas, encuentren una veta de impunidad, la aprovecharán. El relativismo cultural, el ocultamiento, la minoración o las falsedades no generan verdadera cohesión social ni garantizan los derechos de las mujeres y la infancia; el oportunismo de ultraderecha, tampoco. No se necesita nada de eso. Se necesita verdad, justicia, reparación y no repetición.