Rosa Cobo y Berta Aznar son las codirectoras del nuevo Máster en Violencia Sexual de la Universidad Ramón Llull, en colaboración con la Red Académica Internacional de Estudios de Prostitución y Pornografía (RAIEPP) y la Asociación La Sur. Un programa que nace de la necesidad de dar respuestas a la alarmante situación de violencia sexual contra la mujer. Dirigido a profesionales del ámbito educativo, asistencial y jurídico, proporciona el marco teórico, las estrategias, herramientas y recursos necesarios para comprender y actuar. Con motivo del lanzamiento del Máster, entrevistamos a ambas profesoras sobre la problemática de la violencia sexual y su percepción por la sociedad.
– ¿Por qué han puesto el foco de su trabajo académico en la violencia sexual?
– Berta Aznar: Como psicóloga me parece esencial analizar los múltiples factores que favorecen y perpertúan la violencia contra las mujeres. Incluyen aspectos que es necesario abordar desde la psicología social, que permite comprender las causas y motivos sociopsicológicos que subyacen al comportamiento humano y las masas. El feminismo aporta a este análisis un insight clave para entender la normalización de la violencia sexual y su función en el sistema patriarcal. Comprender la violencia sexual hace posible diseñar estrategias para hacerle frente, desde una perspectiva preventiva, asistencial, reguladora y protectora.
– Rosa Cobo: La violencia sexual es un conjunto de agresiones que están presentes en la vida de las mujeres siempre. Es una realidad con la que tenemos que convivir diariamente porque forma parte del entramado social, y de la que es casi imposible escapar. Vulnera los derechos humanos y pone en cuestión la democracia. Los sistemas democráticos no son capaces de garantizar la integridad física y sexual de las mujeres. Y las políticas públicas de igualdad son insuficientes para protegernos.
– Casi ocho años después del caso mediático de la violación grupal de Sanfermines, que coincidió con la viralización global del movimiento MeToo, ¿qué ha cambiado en la percepción social sobre la violencia sexual?
– Rosa Cobo: Ha aumentado significativamente la conciencia crítica sobre la violencia sexual. Hechos que hace unos años no se vivían como agresiones sexuales, hoy sí se entienden como violencia. El aumento de la conciencia crítica facilita la aplicación de políticas públicas y también transformaciones sociales para hacer frente a este enorme problema.
– Berta Aznar: Creo que el hecho de visibilizar la violencia sexual que sufrimos todas las mujeres a lo largo de la vida creó entre nosotras un sentimiento de sororidad y fortaleza que nos hizo sentir empoderadas para expresar nuestro hartazgo y nuestra repulsa hacia la violencia sexual. Nos ha permitido a las mujeres organizarnos y reivindicar nuestros derechos, liberándonos de los complejos de inferioridad que hemos acumulado a lo largo de la historia de la humanidad.
“El aumento de la conciencia crítica facilita la aplicación de políticas públicas y también transformaciones sociales para hacer frente a este enorme problema”
– Han apostado por un proyecto como un Máster interdisciplinar de abordaje de la violencia sexual. ¿Qué aportará este programa a profesionales que trabajan en intervención con víctimas de violencia sexual?
– Berta Aznar: Este Máster tiene una finalidad claramente profesionalizadora para todos los agentes implicados en el abordaje de la violencia sexual contra las mujeres y niñas. Desde una mirada interdisciplinar y un enfoque comunitario se pretende dotar de los recursos y herramientas necesarias a aquellas personas que trabajan en el ámbito de la violencia contra las mujeres. Los ejes de la formación son el análisis feminista de la violencia sexual y los mecanismos de prevención, detección e intervención de la violencia sexual en los ámbitos educativos, sociales, asistenciales y jurídicos. Además, el Máster ofrece prácticas supervisadas en centros especializados y pone el foco en la investigación en violencia sexual, para fomentar en el alumnado prácticas reflexivas e investigadoras que permitan avanzar en el conocimiento del fenómeno.
-¿Qué lo diferencia de otros másteres sobre violencia sexual?
– Rosa Cobo: Los másteres sobre violencia sexual en la universidad española son escasos. Lo que suele haber son másteres que tienen un itinerario o alguna materia sobre violencia sexual. La característica específica de este Máster es que es sólo sobre violencia sexual y de una manera muy especial sobre prostitución y pornografía. Este hecho lo convierte en único dentro de la academia española.
– Una pregunta para Rosa Cobo: en un reciente artículo, afirma que la agenda feminista está articulada en torno a la violencia sexual, como uno de los problemas que deterioran severamente la vida de las mujeres. ¿La pandemización de esa violencia es sinónimo de rearme patriarcal?
– Rosa Cobo: La violencia sexual siempre ha sido un mecanismo disciplinador para las mujeres. Y siempre ha cumplido distintas funciones: comportarnos en función de los deseos masculinos, limitar nuestra autonomía, no salir al espacio público, socavar nuestra capacidad de ser sujetos, empujarnos al espacio doméstico o conducirnos por la senda de la subordinación. La violencia sexual es una herramienta inherente al sistema patriarcal que se fortalece como respuesta reactiva cuando las mujeres quieren sacar los pies del plato, es decir, quieren tener proyectos propios de vida no subordinados a los de su pareja masculina. La libertad de las mujeres siempre tiene efectos coactivos por parte del sistema patriarcal.
“La violencia sexual siempre ha sido un mecanismo disciplinador para las mujeres”
– Otra cuestión, para Berta Aznar: ¿Qué conclusiones extrae a nivel profesional de investigar los efectos del consumo de pornografía en menores?
– Berta Aznar: La investigación internacional muestra cómo el consumo de pornografía distorsiona el imaginario sexual y las relaciones entre los sexos. Actualmente, la pornografía contiene dosis altas de violencia contra las mujeres a las que degrada y humilla. Sin duda, la industria pornográfica constituye un grave problema para las mujeres, normalizando la subordinación de éstas y la violencia hacia ellas. En el caso de los y las adolescentes las consecuencias aún son peores, ya que al encontrarse en una etapa de pleno desarrollo psicosexual, el consumo de pornografía afecta de forma más grave a sus complejos e inseguridades, sus relaciones personales y la interiorización de unos roles de géneros dañinos. El consumo de pornografía en la adolescencia compromete de forma grave el desarrollo de una sexualidad sana y unas relaciones interpersonales satisfactorias.
“La industria pornográfica constituye un grave problema para las mujeres”
Rosa Cobo es profesora de Sociología del Género en la Universidad de La Coruña y directora del Centro de Estudios de Género y Feministas de la misma universidad.
Berta Aznar es profesora en la Universidad Ramon Llull, investigadora en violencia machista y coordinadora del Doble Grado en Educación y Psicología.
Toda la información sobre el Máster en Violencia Sexual: https://www.blanquerna.edu/es/master-en-violencia-sexual#presentacion