España: A la cabeza de las redes de pederastia y pornografía infantil

Por Noemí García Cabezas 

España, Madrid – Dos veces al año se celebra el día internacional del orgullo pedófilo o día internacional del “amor al niño (boylover)”. Han leído bien. No es el fin del mundo pero mucha gente pensará que después de leer esto cualquier cosa es posible. Desde 1997 organizaciones pedófilas como Ganymede (organización a la que pertenecía Richar A. Gardner, creador del “Síndrome de Alienación Parental”) o Free Spirits, comenzaron a celebrar su día, el “Boylover International Day”. Lo celebran el primer sábado después de los solsticios de verano e invierno.

El 22 de diciembre (si no se cumple la profecía maya) miles de pedófilos se regalarán vía internet material pornográfico infantil. Es conocido que en mayo, junio y en diciembre las cifras de circulación de material pornográfico infantil en el mundo aumentan de forma vertiginosa. El próximo sábado será la undécima vez que los pedófilos celebren su día a nivel internacional. Incluso hay lugares en los que se dejan en espacios públicos velas azules con notas anónimas que explican las razones que los llevan a ser pedófilos.

Aunque el abuso sexual infantil está considerado por el Estatuto de Roma (2002) como tortura y está perseguido por la Convención de los Derechos del Niño de Montevideo (1989) y los pactos de Yokohama, Estocolmo y Río de Janeiro, aún existen lugares en el mundo donde la pedofilia es legal y partidos políticos que plantean la pedofilia como derecho humano.

En 2008 la noticia de la celebración de este día saltó a la palestra informativa en España, generando gran alarma social. La Guardia Civil investigó el caso y dedujo que la convocatoria encontrada pertenecía a dos años atrás (2006), advirtiendo además de que en sí misma la pedofilia no era delito, sino simplemente una opción sexual. La consumación de la pedofilia, que ya sería pederastia, sí está en cambio penada por ley.

Defensoría del Menor, Fiscalía y Ministro de Interior se pronunciaron públicamente sobre la celebración de este día: “se está trabajando continuamente en la red para impedir que haya cualquier tipo de propaganda o de página que pueda servir para consumo de este tipo de perversiones”, señaló Alfredo Pérez Rubalcaba (ex Ministro de Interior). Además explicó que cuando se localiza un portal web que anima a la pederastia y está alojado en España, éste se cancela de forma inmediata; en el caso de que éste se encuentre alojado en el extranjero se procede a solicitar el cierra a las autoridades del país competente.

NO EXISTE UN PERFIL ESTÁNDAR DE PEDÓFILO

No existe un claro perfil de pedófilo, aunque en muchos de los casos coincide que son personas más bien introvertidas y que realizan algún trabajo en el que puedan relacionarse fácilmente con menores de edad. Eso debió pensar Rafael Prado, un hombre de 41 años y con una vida aparentemente normal. Trabajaba para el Samur Social de la Comunidad de Madrid; casado, con un hijo y otro en camino. Prado organizaba además campamentos juveniles donde aprovechaba para grabar a los niños en las duchas; también abusaba sexualmente de algunos de ellos. Ninguna de sus víctimas confesó nada hasta que el pasado mes de noviembre su propia mujer encontró por casualidad todo el material pornográfico y lo denunció a la policía.

También debió pensar que era más fácil abusar de menores estando cerca de ellos Fernando Torres Baena, que utilizó su academia de karate en Las Palmas de Gran Canaria para abusar sexualmente de niños durante 25 años. Ninguna víctima le denunció durante todo ese tiempo. Con la aprobación de su esposa y otros dos profesores de la academia (un hombre y una mujer), son acusados de corrupción de menores y abuso sexual -entre otros delitos- y piden para el principal imputado 302 años de cárcel. El caso ha supuesto el mayor juicio por pederastia celebrado en la historia de España.

En una de las mayores operaciones contra la pederastia de este año, la Operación Espada, había entre otros un catequista de Madrid, un profesor de religión de Málaga y un organizador de campamentos de una iglesia adventista de Las Palmas de Gran Canaria. Todos ellos tenían fácil acceso a menores de edad.

La Costa del Sol, en Málaga (España), ha sido un refugio tradicional para pederastas huidos de Inglaterra. Tal es el caso de Robert Edward Bill, pederasta británico de 58 años que el pasado mes de noviembre intentó secuestrar a una niña de 12 años en la localidad de Vélez-Málaga. Condenado anteriormente a seis años de prisión por intento de secuestro a otra niña, actualmente se encuentra en busca y captura. De nuevo se cumple en este caso el perfil profesional relacionado con infantes: Robert Edward Bill había sido profesor y diseñador de parques infantiles.

Sin embargo, aunque casos como estos sean relativamente conocidos para la opinión pública, miles de vídeos y fotografías pornográficas en las que niñas y niños son protagonistas campan a sus anchas en todo el mundo a través de internet.

OPERACIONES INTERNACIONALES

A principios de diciembre la Operación Internacional “Espada” contra la pornografía infantil permitió la detención de 28 personas y la imputación de otras 10; y lo más importante: permitió rescatar a 19 menores en Madrid y Alicante. El entramado empresarial, dedicado a la venta de vídeos con abusos a niños y niñas estaba ubicado en Toronto (Canadá) y generaba ganancias de 1,6 millones de dólares anuales desde 2004.

Koben, Astillas, Mandarina, Akai, Litoral, Adriano, Bambi,… Todos estos nombres son de operaciones policiales llevadas a cabo en España en el 2012 han permitido la detención de al menos 204 personas y la imputación de otras 77 en las 24 operaciones realizadas contra la pornografía infantil en internet.

La inmensa mayoría de las personas detenidas, en muchas operaciones la totalidad, son hombres.

Durante el mes de mayo de este año la “Operación Orión” a nivel internacional permitió la detención de un número no determinado de españoles (en total se detuvo a 190 personas en el mundo y se rescataron 18 niños). La red desmantelada tenía su base en Estados Unidos y conexiones en Gran Bretaña, Filipinas, Argentina y España. Se requisaron imágenes de contenido sexual con niños y niñas  incluso menores de cinco años. Un mes después se desmanteló otra red, también con base en Estados Unidos, mediante la Operación Bulldog. La red tenía conexiones con varios países de Europa.

La Policía Nacional española utiliza –entre otras– la herramienta informática Gnuwacht para detectar la ubicación de pedófilos que comparten este tipo de material por internet. Europol además pone a disposición de las fuerzas de seguridad del Estado el Programa Nordic, que permite identificar a internautas que intercambian archivos pedófilos en redes P2P sin que éstos hayan puesto a disposición de otros usuarios dichos archivos. La Guardia Civil española a través de su Equipo de Investigación Tecnológica ha desarrollado junto con la Universidad de Alcalá de Henares un metabuscador de pederastas, puesto en práctica con excelente resultado en la Operación Bambi, en la que fueron detenidas 15 personas e imputadas otras dos.

Es frecuente que en todas las operaciones mencionadas se encuentren pedófilos con antecedentes por pederastia, algunos incluso con penas cumplidas de cárcel.

Aunque las víctimas de estos delitos son niños y niñas, un informe de la psicóloga Ethel Quayle (Universidad de Edimburgo) presentado en el Grupo de Trabajo Virtual Global (GTVG) de la ONU en Abu Dabi señala que la mayoría de víctimas de abusos por internet son niñas. El mismo informe apunta a que el mayor control a las páginas web de contenido pornográfico infantil ha permitido que pueda ya hablarse de que los delitos comienzan a reducirse.

Sin embargo en la I Conferencia Internacional sobre Explotación Sexual, celebrada en Madrid en 2007, se auguraba que en un lapso de tiempo de entre cinco y siete años se hablaría en España de cifras alarmantes de pederastia debido al aumento registrado de delincuentes que viajan para abusar de niños y niñas, diferente del llamado turismo sexual.

CONDENAS A LAS QUE SE EXPONEN LOS PEDERASTAS EN ESPAÑA

En España el Código Penal en su artículo 189 regula con penas de prisión de uno a cinco años a quien “captare o utilizare a menores de edad o a incapaces con fines o en espectáculos exhibicionistas o pornográficos […] o para elaborar cualquier clase de material pornográfico […] o financiare cualquiera de estas actividades o se lucrare con ellas”, así como al “que produjere, vendiere, distribuyere, exhibiere, ofreciere o facilitare la producción, venta, difusión o exhibición por cualquier medio de material pornográfico en cuya elaboración hayan sido utilizados menores de edad o incapaces, o lo poseyere para estos fines, aunque el material tuviere su origen en el extranjero o fuere desconocido”. Cuando los menores tengan menos de 13 años, los hechos revistan carácter particularmente degradante o vejatorio, los hechos revistan especial gravedad atendiendo al valor económico del material, los niños sean víctimas de violencia física o sexual, el culpable pertenezca a una organización que se dedique a la realización de tales actividades o sea la persona encargada del menor, se prevén penas de entre cinco y nueve años de cárcel.

Además tendrán penas de tres meses a un año de prisión o multas de seis meses a dos años quienes posean material pornográfico en cuya elaboración se hubieran utilizado menores de edad o incapaces, aunque sea para uso propio.

Se establecen penas de seis meses a un año cuando en las actividades a las que se obliga realizar al niño se perjudique la evolución o desarrollo de su personalidad.

Penas de tres a seis meses de prisión o multa de seis a 12 meses serán para quienes sean encargados del cuidado del niño/niña y conozca el estado de prostitución o corrupción al que el/la menor se encuentre sin hacer nada para remediarlo ni avisar a la autoridad competente.

En España normalmente las penas de prisión de menos de dos años no acaban con la encarcelación del acusado si éste no cuenta con antecedentes penales. Rafael Sansó, expárroco de la localidad castellonense de Vilafamés (España), fue condenado hace unos días a dos años de prisión por distribuir pornografía infantil, aunque se ha suspendido su entrada en la cárcel a condición de que no vuelva a delinquir en cinco años y que comunique sus cambios de domicilio. El sacerdote guardaba en su parroquia 21.000 archivos pedófilos en discos de ordenador. En el momento de su detención tenía 79 descargas activas con 237 archivos temporales en los que menores de edad, algunos de menos de 13 años, estaban desnudos y practicando relaciones sexuales.

Según Urko Fernández, director de proyectos de Pantallas Amigas “hace falta poder tipificar más delitos porque las nuevas tecnologías están permitiendo que algunas acciones escapen a la justicia. También es necesario proveer no sólo a la Justicia, sino también a la Policía, de las herramientas necesarias para poder combatirlas”. Así mismo, el responsable de proyectos de esta organización cree que todo el trabajo realizado no tiene sentido si no hay una mejora “en la reinserción y tratamiento de las personas enfermas que cometan este tipo de delitos con el fin de evitar que los pedófilos acaben convirtiéndose en pederastas”.

Por su parte, Miguel Comín, director de la Fundación Alia2 no cree que sea necesario un aumento o disminución de las condenas a pederastas, sino que el impacto desde el punto legislativo sea distinto: “uno de los casos más graves que hay es el de los pederastas a los que se aplica una suspensión de condena porque ésta es inferior a dos años”. Además, opina Comín, sería necesario cambiar la ley de procedimiento criminal para dotarlo con herramientas actuales, o regular la figura del agente encubierto, que no existe para este tipo de delitos. Por último, cree necesaria una coordinación internacional a nivel mundial o europeo para categorizar el delito de pornografía infantil.

PEDERASTIA E IGLESIA CATÓLICA

La Iglesia católica es una de las protagonistas cuando se habla de escándalos por abusos sexuales a menores. En septiembre de este año la Iglesia católica admitió 620 casos de pederastia en Australia cometidos entre 1960 y 1980. No es la primera vez que la Iglesia se pronuncia sobre casos de este tipo. En 2007 el arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos) pidió perdón a los afectados por los abusos sexuales infantiles por parte de sacerdotes. En junio de este año el prelado de la archidiócesis de Filadelfia, Willian Lynn, fue el primer alto cargo de la Iglesia en EE.UU. condenado por abusos a menores. En el año 2010 el propio Benedicto XVI manifestó su arrepentimiento por el millar de casos de abusos sexuales y violaciones sufridos por niños y niñas, víctimas de curas católicos en Irlanda; el mismo año el líder de la Iglesia católica alemana, Robert Zollitsch, pidió perdón tras una investigación en la que estaban implicados 46 jesuitas. La Conferencia Episcopal de Holanda también pidió perdón el pasado año por los casos de abusos sexuales a menores.

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En España la Conferencia Episcopal ha silenciado las denuncias de abusos en España, a pesar de la tolerancia cero respecto a este tipo de casos anunciada por el Papa. Ante el rumor de casos, cardenales como Antonio Cañizares, presidente de la Pontificia Congregación para el Culto, considera que los ataques a la Iglesia en este sentido se hacen “para que no sea hable de Dios; peor es el aborto”. Juan G. Bedoya, en su análisis sobre el silencio en la Iglesia católica española en el artículo “Clamoroso silencio en España” señala que España ha sido el principal foco de pederastas en los últimos 50 años: “ocurrió en los seminarios de los Legionarios de Cristo para asentarse más tarde en el corazón del Vaticano”. Según el autor muchas de las víctimas proceden del seminario de Ontaneda (Cantabria), visitado frecuentemente por el fundador legionario, Marcial Maciel, sobre quien pesan también casos de pederastia.

El obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, incluso afirmó en 2007 que la pederastia era derivada de la homosexualidad y la justificó porque había niños y niñas que iban provocando.

Otro caso fue el del expárroco de Peñarroya, José Domingo Rey Godoy, condenado por abusar de seis niñas mientras las preparaba para su primera comunión. La iglesia lo mantuvo en el cargo hasta su ingreso en prisión. El último caso conocido es el de un sacerdote agustino profesor de religión en el colegio concertado “Los Olivos” y detenido en el marco de la Operación Espada por poseer 120 DVD, nueve lápices de memoria y 11 discos duros, uno de ellos encriptado, con material pornográfico. La orden religiosa lo ha apartado de sus funciones como profesor (aunque sigue trabajando en temas administrativos de la congregación) y ha pedido la presunción de inocencia.

Félix López Sánchez, catedrático de Sexualidad de la Facultad de Psicología de la Universidad de Salamanca y autor del único estudio a nivel nacional sobre pederastia en España, publicado en 1995, es claro en las conclusiones de su informe: el 4,17% de los abusos contra menores en España habían sido cometidos por religiosos; la cifra se eleva al 9% si se habla de niños varones; en caso de abusos cometidos en centros religiosos femeninos gestionados por monjas, el porcentaje desciende a un 1%: “los agresores son casi siempre hombres”, afirma.

En Argentina hay también casos de abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia católica. Recientemente el Arzobispado de Paraná ha expresado su “vergüenza e inmenso dolor” por los abusos cometidos por el sacerdote José Ilaraz en la provincia de Entre Ríos entre 1984 y 1992. Ilaraz ha sido apartado del ejercicio sacerdotal hasta que la Santa Sede resuelva su situación. El hombre habría abusado de unos 50 niños de entre 12 y 14 años.

ALGUNAS CIFRAS

Estados Unidos es el país que más pornografía infantil en red consume. Le siguen por este orden España y México, según el último informe conocido realizado por fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado español y la Fundación Alia2. En dicho informe, presentado en 2011 y al que no hemos podido tener acceso “por temas legales” (según nos han comunicado desde la propia fundación) se daba a conocer que desde enero a septiembre de 2010 fueron localizados en España más de 16.000 pedófilos.

Dicha fundación cuenta con su propio rastreador, “Florencio”, que emplea un código genético de cada archivo y determinadas palabras claves con las que los pedófilos buscan material. La Fundación rastreó en internet durante esos meses todos los días a la misma hora descargas y conexiones a través de redes P2P, detectando 421.386 archivos de contenido pornográfico infantil.

El tráfico de pornografía infantil de Estados Unidos, España y México supone el 80% del total mundial según dicho informe, que no obstante ha sido rebatido incluso por parte de la policía. Así, el Inspector Jefe de la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional, Enrique Rodríguez, aseguraba en junio de 2011 que no sabía “de dónde sacan esos datos, pero no es verdad que en este tipo de delitos estemos a la altura de Estados Unidos o México, sino que estamos en la media de los países de nuestro entorno como Francia o Alemania”.

La Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional, compuesta por unos 40 agentes, detectaba en 2009 alrededor de 30.000 avisos anuales de pornografía infantil en internet. Los internautas hacen llegar por correo electrónico o por teléfono sus denuncias.

Desde este medio se ha pedido colaboración a la Policía Nacional para conocer cifras y qué pasos hay que seguir en caso de encontrarnos ante archivos de este tipo, pero nuestra solicitud de información ha sido obviada.

¿QUÉ HACER ANTE UN CASO DE ABUSO SEXUAL A MENORES?

Muchos padres y madres se preguntan cómo proteger a sus hijos e hijas de ser captados por algún pedófilo. Una de las recomendaciones es enseñar a la menor o al menor a navegar sin tener que dar datos personales a nadie. También es deseable que los equipos informáticos desde donde navegan las niñas y niños estén a la vista de la familia con el objetivo de que no pueda llevarse el equipo a su habitación. Muchos padres optan además por instalar un filtro de contenidos. Miguel Comín cree que el mejor filtro parental es la educación que demos a nuestros hijos/as”. Para evitar este tipo de situaciones, dice Comín los progenitores “deben educar a sus hijos/as para poder protegerles en caso de que se vean involucrados en un asunto de pederastia. Deben también hacer ver al hijo o hija que puede acudir a sus padres en caso de que se vea involucrada/o en un caso de pederastia”.

Si aún así se da el caso de estar ante un caso de pederastia, lo primero que hay que hacer es avisar a la Guardia CivilPolicía Nacional o Policías Autonómicas (Mossos d’EsquadraErtzaintza o Policía Foral de Navarra).

Si lo que queremos es denunciar el caso a la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional, se puede enviar un correo electrónico a delitos.tecnologicos@policia.es o a denuncias.pornografia.infantil@policia.es En caso de la Guardia Civil, el mail de contacto para este tipo de delitos es uco@gcivil.mir.es

Desde la web de Policía Nacional ponen a disposición ciudadana un apartado de colaboración en el que señalan que la colaboración no supone por sí misma una denuncia; para ello deben cumplirse una serie de requisitos entre los que se encuentra la ratificación mediante la firma presencial. El formulario genérico para colaboración ciudadana en casos de delitos tecnológicos, entre los que se encuentra la pornografía infantil, se encuentra en este enlace.

La organización Pantallas Amigas ha elaborado un decálogo para combatir el grooming en internet. Según dicha institución, “se puede hablar de grooming cuando se produce un acecho sexual donde previamente ha habido una estrategia de acercamiento, de engatusamiento, con el fin de ganarse la confianza del menor por parte del depredador sexual para así obtener ese elemento de fuerza con el que iniciar el chantaje”. No obstante, según advierten, no siempre se dan estos pasos, sino que muchas veces quien acecha lo hace robando informaciones o imágenes al usuario o usuaria por la fuerza o valiéndose de terceras personas u otros medios. El decálogo de la organización para estos casos es el siguiente:

  1. No proporcionar imágenes o informaciones comprometedoras (elemento de fuerza) a nadie ni situar las mismas accesibles a terceros.
  2. Evitar el robo de ese elemento de fuerza para lo cual se debe preservar la seguridad del equipo informático y la confidencialidad de las contraseñas.
  3. Mantener una actitud proactiva respecto a la privacidad, lo que implica prestar atención permanente a este aspecto y, en especial, al manejo que las demás personas hacen de las imágenes e informaciones propias.
  4. No ceder al chantaje en ningún caso puesto que ello supone aumentar la posición de fuerza del chantajista dotándole de un mayor número de elementos como pueden ser nuevas imágenes o vídeos eróticos o pornográficos.
  5. Pedir ayuda. Se trata de una situación nueva y delicada que conlleva gran estrés emocional. Contar con el apoyo de una persona adulta de confianza es fundamental. Aportará serenidad y una perspectiva distinta.
  6. Evaluar la certeza de la posesión por parte del depredador de los elementos con los que se formula la amenaza y las posibilidades reales de que ésta se lleve a término así como las consecuencias para las partes.
  7. Limitar la capacidad de acción del acosador. Puede que haya conseguido acceso al equipo o posea las claves personales. En previsión de ello:
    1. Realizar una revisión total para evitar el malware del equipo y cambiar luego las claves de acceso.
    2. Revisar y reducir las listas de contactos así como la configuración de las opciones de privacidad de las redes sociales.
    3. En ocasiones, puede ser acertado cambiar de perfil o incluso de ámbito de relación en la Red (bien sea una red social, un juego online multijugador…).
  8. Analizar en qué ilegalidades ha incurrido el acosador y cuáles pueden ser probadas. Puede ser inviable probar que el depredador dispone de ciertas imágenes o informaciones o que las ha hecho públicas. También puede ocurrir que no se pueda demostrar que esas imágenes fueron obtenidas por la fuerza o mediante engaño o incluso que se han recibido amenazas. Por todo ello conviene saber en qué ilícitos ha incurrido o incurre el depredador porque ello habilita la vía legal.
  9. Buscar y recopilar las pruebas de la actividad delictiva: capturas de pantalla, conversaciones, mensajes… todo aquello que pueda demostrar las acciones del depredador o dar pistas sobre su paradero o modo de actuar será de gran utilidad tanto a efectos de investigación como probatorios. Se debe tener presente no vulnerar la Ley en este recorrido.
  10. Formular una denuncia. Con un adecuado análisis de la situación y elementos de prueba que ayuden a la investigación el hecho ha de ser puesto en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con independencia de que el acecho hubiera o no remitido.

Organizaciones a las que puedes recurrir:

Protégeles: http://www.protegeles.com/

Fundación Alia2: http://www.alia2.org/

Pantallas Amigas: http://www.pantallasamigas.net/

Stop Pedofilia: http://www.stoppedofilia.com/actua.htm

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