Señala al putero

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“El auténtico depredador no es otro que el consumidor de mujeres”. Militantes abolicionistas como Ana Bataller, del colectivo Malva, señalan al putero. Sacarlo a la luz es una exigencia pendiente en una sociedad aún tolerante con el pago por la violación de mujeres. España, con un 32,1% (CIS, 2009) de hombres que afirma haber pagado alguna vez en la vida por mantener relaciones sexuales, presenta cifras de demanda de prostitución muy altas en el entorno europeo, según todos los estudios. Un informe reciente de la Universidad de Valencia estima un 6% de prevalencia anual. Ese porcentaje, sobre el total de la población masculina residente en España, supone que 1.390.000 hombres han ejercido como puteros en el último año. A ello hay que sumar otro crimen oculto a la vista de todos: la demanda del turismo extranjero de explotación sexual.
Cartel y pancarta de la Plataforma Abolicionista de Valladolid (PAV).
Cartel y pancarta de la Plataforma Abolicionista de Valladolid (PAV).

“Señala al putero” es la campaña puesta en marcha por la Plataforma Abolicionista de Valladolid (PAV), “nuestro caballo de batalla para este año”, afirman las militantes. Generalmente se aborda la prostitución desde la criminalidad de las redes proxenetas o las consecuencias sobre las mujeres, y es mucho más reciente y menor el volumen de referencias acerca del demandante. Para esta iniciativa “hemos empapelado Valladolid con 3.000 carteles”, explica Ana Bataller, en las calles del centro o en las zonas donde hay pisos dedicados a la explotación sexual de mujeres, y también con octavillas que han colocado en los parabrisas de los coches. La imagen de la campaña, diseñada por Susana del Cao, muestra una mano con un dedo acusador. En el reverso de las tarjetas incluyeron este escrito de una superviviente de la prostitución:

Putero, sabes que cuando me utilizas…
… tomo anestésicos como lidocaína para soportar el dolor del sexo anal?
… uso óvulos, ibuprofeno, antibióticos, para combatir irritaciones y/o infecciones en mi garganta y mis partes íntimas?
… consumo cocaína, speed o cualquier estimulante para poder aguantar los “servicios”?
… cuando salga de aquí me espera un cóctel de psicofármacos para no despertar gritando de terror por estrés post traumático?
¿Lo sabías, putero?

Iniciativas como ésta “la hacemos porque es una manera de que la sociedad se conciencie de que en el barrio hay mujeres en situación de prostitución”, añade Ana Bataller. “Ha sido muy efectiva por la repercusión que hemos tenido. Con ello los hombres que no consumen prostitución se sensibilizan en contra”, explica.

Las abolicionistas han pegado ya 3.000 carteles en Valladolid y volverán a salir este mes de abril con la campaña "Señala al putero".
Las abolicionistas han pegado ya 3.000 carteles en Valladolid y volverán a salir este mes de abril con la campaña “Señala al putero”.

Un crimen oculto a la vista de todo el mundo

La explotación sexual de las mujeres solo es posible por ellos, y son los principales responsables de la reducción de la edad de las chicas captadas. La connivencia o la indiferencia social les amparan en lo que se camufla como una forma de ocio masculino: a la vista de todo el mundo operan los alrededor de 1.600 prostíbulos que calculan las fuerzas de seguridad que hay en España, un país que es a la vez destino y lugar de tránsito para las redes proxenetas, que captan a las víctimas en América Latina, África o Europa del Este. Un negocio que paulatinamente se traslada desde estos locales a pisos itinerantes.

Diferentes trabajos acerca del volumen de esta demanda cifran entre un 20% y un 39% el porcentaje de los hombres que en nuestro país han pagado por sexo alguna vez en su vida. En la parte más alta de esta horquilla, ese 39% es el que recoge Naciones Unidas (“Trata de personas hacia Europa con fines de explotación sexual”, UNODC, 2010), es referido como “un valor atípico en Europa” y cuya fuente es un trabajo anterior (Leridon, Zesson and Hubert, “The Europeans and their sexual partners”, Londres, UCL, 1998).

La “Encuesta de salud y hábitos sexuales del Instituto Nacional de Estadística (INE) fue publicada en 2004 y es una referencia clave por el volumen de la muestra y su metodología. Sobre un total de 9.967 hombres de 18 a 49 años, los que afirmaron haber hecho uso de la prostitución alguna vez en la vida fueron el 27,3%, el 6,7% en el último año. “Ambos porcentajes son llamativamente más elevados que los observados en otras encuestas europeas”, señala el INE. Este “liderazgo negativo” de España es la situación que las abolicionistas de todos los territorios, como las vallisoletanas de la PAV, se esfuerzan en revertir.

Otra muestra importante es la Encuesta Nacional de Salud Sexual (desarrollada por el CIS para el Ministerio de Sanidad, año 2009, con 4.631 entrevistas a varones). A la pregunta “¿alguna vez a lo largo de su vida ha pagado por mantener relaciones sexuales?”, un 32,1% de los hombres contestó afirmativamente. Si se relacionan ambos datos, el del INE en 2004 y el del CIS en 2009, la demanda habría subido casi cinco puntos en cinco años.

El trabajo “Explorando los motivos para pagar servicios sexuales desde las opiniones sobre la prostitución” (2018), realizado por Carmen Meneses, Antonio Rúa y Jorge Urroz para la Universidad de Comillas, partía de la encuesta telefónica a 1.048 hombres de 18 a 70 años residentes en España. Según sus resultados, el 20,3% ha pagado por prostitución alguna vez en su vida y el 15% en el último año. Los autores apuntan una tipología de prostituidores en función de sus motivaciones, como los que buscan ocio o los atraídos por comportamientos de riesgo asociados, entre otros. “Los datos obtenidos en este estudio siguen mostrando a España con una prevalencia mayor que los países de nuestro entorno”, afirman, ya que en estudios recientes en otros países europeos las incidencias se sitúan en torno al 10% anual.

Gabriela Bravo, Consellera de Justicia de la Generalitat valenciana, presentó a finales de 2021 los resultados de dos estudios realizados por la Universidad de Valencia (UV) y la Miguel Hernández (UMH) de Elche, en el marco del Foro Valenciano por la Abolición de la Prostitución. Ambos trabajos proporcionan una radiografía reciente sobre la situación de la prostitución y su percepción ciudadana. Dirigido por Fernando Miró, el sondeo de la UMH “Encuesta sobre percepciones y actitudes sociales hacia la prostitución y su regulación”, fue realizado en 2021 en la Comunidad Valenciana mediante entrevistas personales a 1.484 personas mayores de edad. En el ámbito de esta Comunidad, la incidencia detectada por la UMH también acerca al uno de cada cinco (19,5%) el dato de varones adultos que han pagado por prostitución alguna vez a lo largo de su vida.

El corredor mediterráneo de la prostitución 2.0

El otro informe reciente presentado por la Consellería de Justicia es el dirigido por el catedrático de sociología de Universidad de Valencia, Antonio Ariño, “La prostitución en la Comunidad Valenciana (una perspectiva sociológica)”. Este trabajo estudia la prostitución como institución y sistema, en el que la inmensa mayoría de los demandantes son hombres y la inmensa mayoría de las prostituidas son mujeres, por tanto, en primer lugar expresa la desigualdad entre los sexos. Asimismo, expresa la desigualdad socioeconómica, la desigualdad étnica, la desigualdad de edad, o la existencia de redes, proxenetas, clubes u otras organizaciones como forma mayoritaria de este mercado.

A partir de los datos de varias encuestas, el trabajo estima un escenario medio de un 6% de prevalencia anual para la demanda de prostitución, en otras palabras: que 115.000 varones en la Comunidad Valenciana han mantenido relaciones sexuales pagando por ello en el último año. Una prevalencia del 6% anual, respecto al total de la población masculina residente en España, supone que 1.390.000 hombres han ejercido como puteros en el último año. Esta cifra no incluye otra realidad oculta a la vista de todos: la demanda del turismo extranjero por explotación sexual. Un modelo de “desarrollo económico” no tanto al calor del sol de España como al de la nefasta alianza entre la industria proxeneta, el supremacismo masculino de la servidumbre sexual y la falta de voluntad política.

Respecto a cuántas mujeres se calcula que hay en la prostitución, un dato difícil de cuantificar, el estudio de la Universidad de Valencia estima entre 10.000 y 13.000 mujeres en esta Comunidad Autónoma, la mayoría migradas, procedentes de zonas y familias en clara posición social de desventaja, la mayor parte entre 18 y 35 años y cerca del 20% de ellas con hijos o familiares a su cargo. En el libro El putero español (Catarata, 2015), de las sociólogas Águeda Gómez Suárez y Silvia Pérez Freire y la economista Rosa Mª Verdugo Matés, se incluye una estimación de 113.400 mujeres en prostitución para el conjunto del Estado.

Como señala el informe valenciano, en una década Internet se ha convertido en lugar central de la industria prostitucional, afectando a la aparición de plataformas especializadas, al desplazamiento a pisos, chalets u hoteles, a la creación de nuevas formas de prostitución –webcams– y a la creciente interacción entre prostitución y pornografía. El equipo académico estudió media docena de sitios web de prostitución en la Comunidad Autónoma –con 52.071 anuncios en la región y 443.151 en total– y a través de mapas de densidad ilustran lo que califican como “el corredor mediterráneo de la prostitución”.

corredor mediterráneo de la prostitución

La Consellera valenciana expresó entonces un compromiso por “liderar el proceso para abolir la prostitución en España”. El perfil de las víctimas, explicó, corresponde a una mujer joven, con poca formación, de clase social baja, entornos familiares vulnerables y mayoritariamente extranjera. El 95% de las víctimas de la prostitución son mujeres y el 99,7% de los demandantes de sexo pagado son hombres.

En marzo de este año, Bravo presentó desde el Foro Valenciano el documento de medidas y propuestas para la erradicación de la prostitución, en el que se entiende “que no existe distinción entre prostitución forzosa y voluntaria, y que todas las mujeres en situación de prostitución son víctimas de violencia hacia la mujer”, en virtud del Convenio de Estambul del Consejo de Europa. Entre las medidas que propone, está la “elaboración de una Ley estatal abolicionista de todas las formas de prostitución y explotación sexual” y “penalizar la demanda y compra de servicios sexuales (persecución y criminalización de la figura del prostituidor)”.

Es precisamente un municipio de la región mediterránea el que aparece en varias noticias en el último año por multar a los puteros. Se trata de la localidad de Albal, regida por el socialista Ramón Marí desde 2003, que ha impuesto desde el pasado septiembre sanciones de hasta 800 euros a diez hombres por demanda de prostitución. Con las limitaciones de una ordenanza municipal, hay una voluntad de concienciación en una zona clave, recorrida por la Pista de Silla –la autovía V-31– en la que han sido asesinadas dos mujeres prostituidas: Florina Gorgos, de 19 años, hallada sin vida en una acequia en enero de 2021, e Ivana Yutakova, de 21 años, asesinada a tiros en julio de 2004. Las dos jóvenes eran prostituidas en el mismo lugar del término de Albal y el recuerdo de ambos feminicidios por prostitución está presente en las actuales políticas del alcalde. El Observatorio de la violencia machista Feminicidio.net registra 41 feminicidios por prostitución entre 2010 y 2021 en todo el Estado.

Gabriela Bravo, Consellera de Justicia de la Generalitat Valenciana.
Gabriela Bravo, Consellera de Justicia de la Generalitat Valenciana.

El perfil y el discurso de los prostituidores

Los informes trazan el perfil del putero como un varón, consumidor habitual de pornografía, con “todos los requisitos para considerarse un machista en su percepción del mundo”, según Gabriela Bravo. “La prostitución supone un mecanismo de control social sobre la mujer y de dominación de una sexualidad masculina, especialmente agresiva y humillante contra ella”, explicaba en la presentación de los estudios valencianos.

¿Es ajustada a la verdad la expresión depredador que emplean las militantes feministas? En El putero español las autoras trazan una tipología del prostituidor y su relación con el rol masculino: todos ellos comparten una subcultura prostitucional y patriarcal. Esos tipos van desde el “cliente misógino” –cuyo discurso descansa en la infravaloración y cosificación de la mujer–, el que llaman “cliente consumista” –cuyas respuestas giran en torno a lo que considera sus derechos de mercado, que corresponde en su trabajo de campo a los puteros más jóvenes–, el “cliente amigo” –con una narrativa que enfatiza una supuesta empatía con la mujer– y por último el “cliente crítico”, que es consciente de la dominación patriarcal y de la explotación capitalista y aún así es prostituidor.

El perfil sociológico encontrado por estas autoras es muy amplio: abarca todas las edades, niveles de formación, profesiones, estado civil. Las respuestas obtenidas hablan por sí solas:

Porque yo, la necesidad afectiva no la tenía, para nada… y si buscas necesidad afectiva en una prostituta… es el lugar menos idóneo para encontrar afectividad. Pa eso es mejor que críes una oveja, porque una oveja va a dar más afectividad que una puta (risas) ¡así de claro!, es mejor criar a una oveja o a un perro, que ir a una puta buscando afectividad… eso es lo peor que puedes hacer, … buscar afectividad, no ¿eh?, busca una perra que le lama un poco y ya está… una puta te la puede lamer pero… pero no te la va a lamer por afectividad, te va a lamer para que le pagues… simple y llanamente… entonces ¡está claro!” (auxiliar administrativo, 43 años, soltero, Santiago de Compostela, 2012).

Al sexo no entra la mujer si no es a cambio de algo… ¡cualquier mujer! cualquier mujer no va al sexo por decir, ¡joer!, pues… alguna habrá, ¿no? pero normalmente… yo creo que cuando una mujer va al sexo va… buscando algo, ¡siempre!: matrimonio o… dinero, o contraprestaciones, o aumento de su… categoría laboral si es en una empresa o… prebenda, tal… La mayoría es por cuestión siempre… unido de una forma u otra al vil metal, se entiende, ¿no? o a alguna prebenda” (militar, 56 años, divorciado -nulidad matrimonial-, Zaragoza, 2011).

“¡Placer! (tajante) (…) falta de amor… falta de sexo… alguna vez cuando no tenía chica, cuando era más joven, je, je, quería pasarlo bien y iba allá… ahora pues hago más para cambiar… porque si no siempre con la misma… pues te cansa. (…). Es una manera de cambiar el día a día ¿no?, evadir… claro, ni tienes que dar explicaciones, ni nada… y coger, llegar, pagar y marchar… non hay como eso (sonríe) (…)” (Qué busca en las mujeres en prostitución) Hombre… que tengan unas buenas tetas… sabes… un cuerpo robusto, no sabes, qué tuviera unas tetas grandes, je, je, je (…) encontré de todo también… brasileñas hay muchas… y de Rusia y por ahí… esas están bien, no hablan mucho… claro no entienden el idioma, pero a mí me gustan esas (sonríe)” (obrero, estudios primarios, 28 años, casado, Ourense, 2012).

Masculinidad y misoginia explícita

Las autoras de El putero español afirman que la compra de sexo “no se produce por la búsqueda de sexo de calidad, por diversión ni por disfrute hedonista, sino que es una estrategia de reforzamiento de una masculinidad conformada por una identidad que gira en torno a la exhibición frente al grupo de pares, del “uso del falo” y de la práctica sexual frecuente con mujeres”. La demanda con el grupo de colegas o amigos, señalan, es lo más frecuente y “en muchos casos, están dentro del “protocolo” de las propias relaciones laborales con los clientes o con los propios compañeros de trabajo”.

Concluyen que su investigación corrobora que en la actualidad “la identidad masculina dominante se centra en un falocentrismo narcisista que desplaza al modelo tradicional (padre-protector-proveedor) y se construye en relación a los “otros” varones”. El consumo generalizado en nuestro país lo relacionan con “una cultura sexual anémica” y que consideran exponente de una civilización en la que “la misoginia, la heteronormatividad, la homofobia y el androcentrismo son sus ejes fundamentales”.

Si las anteriores son muestras de lo que los puteros responden a las investigadoras, ¿qué se dicen entre ellos? Militantes feministas han hecho recopilaciones de foros online de hombres que pagan por el acceso sexual a mujeres en los que las “puntúan” y la misoginia es mucho más explícita:

“Esta dama nació para ser puta(…) Dice que ha sido follada por más de 250 hombres (…) Y le encanta. Le hice hacerme prácticamente de todo” (Rosa Marina Senent Julián, He who pays the piper calls the tune: masculinity and sex purchase online – a critical discourse analysis)

“Apenas habló, no hizo ningún gemido (ni siquiera fingido) y tenía el entusiasmo de un cadáver” (Rosa Marina Senent Julián, He who pays the piper calls the tune: masculinity and sex purchase online – a critical discourse analysis)

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Carteles de las militantes abolicionistas con extractos de textos en foros online de puteros.

¿Aceptación o rechazo de la prostitución?

Entidades de intervención contra la trata sexual, como Médicos del Mundo en su campaña “Hablan los puteros” (2019), señalan que en nuestro país el pago por sexo “es una práctica aceptada socialmente y asociada con el concepto tradicional de hombría y con las supuestas necesidades fisiológicas masculinas”.

Campaña de Médicos del Mundo "Hablan los puteros" (2019).
Campaña de Médicos del Mundo “Hablan los puteros” (2019).

Según la encuesta en la Comunidad Valenciana de la UMH, acerca de la aceptación social de la prostitución –entendida como “mantener relaciones sexuales a cambio de un precio”–, aunque hay división de opiniones, es mayor el porcentaje de adultos que no acepta moralmente el pago por el acceso sexual. Así, el 42,7% considera inaceptable o totalmente inaceptable la prostitución, mientras un 37,2% la considera aceptable o totalmente aceptable. Una parte importante de las personas entrevistadas, una de cada cinco, no la consideran ni una cosa ni otra.

Por sexos, las opiniones presentan diferencias, pues son siete puntos más las mujeres (22,1% ellas, 15,0% ellos) que consideran totalmente inaceptable esta práctica. Las mujeres tienen en general una percepción más negativa: el 44,5% la considera totalmente inaceptable o inaceptable, frente al 40,9% de los varones.

aceptación o rechazo de la prostitución

Falta de libertad de las mujeres

No obstante esta división, cuando las personas encuestadas –varones y mujeres– son preguntadas acerca de la libertad de las mujeres prostituidas, casi siete de cada diez (68,7%) entienden que, si pudieran elegir, las mujeres no elegirían la prostitución. Además, ocho de cada diez (82,1%) asumen que las víctimas de prostitución sufren abusos y carecen de control sobre la actividad que realizan.

Tabla percepción mujeres en prostitución

Por grupos de edad, el que expresa más rechazo hacia la prostitución es el de los mayores de 65 años, mientras el que más la acepta es el de los adultos entre 35 y 44 años. Si la prostitución en la calle es la que suscita más rechazo general, la tolerancia es mucho mayor respecto a la explotación sexual en pisos o en Internet. Así, para la consellera Bravo, “el sistema prostitucional ha logrado que una parte importante de la sociedad crea que invisibilizar el problema es equivalente a resolver el problema”.

El “Estudio cualitativo sobre salud sexual en jóvenes” (CIMOP, Ministerio de Sanidad, 2019), respecto a los jóvenes y la prostitución, señala que desde la perspectiva de lo legal, los y las jóvenes construyen un discurso “en cierta medida neoliberal, basado en la libertad de decisión de las mujeres para someterse a la prostitución, sin por ello obviar que la prostitución constituya en cierta medida la clara representación de la explotación sexual hacia la mujer”. Por otra parte, desde la perspectiva de lo afectivo-sexual, “consideran que se trata de un fenómeno machista”, ya que son conscientes de que es mayoritaria la prostitución de mujeres.

Pornografía, escuela para la prostitución

Otro de los puntos de interés de la encuesta de la UMH es reflejar la conexión entre pornografía y prostitución, especialmente entre los más jóvenes. Así, el 65,5% del total considera que los puteros “acuden a la prostitución para para poner en práctica lo que han visto en la pornografía”. Esta opinión es mayoritaria entre ocho de cada diez jóvenes de 18 a 34 años. También las autoras de El putero español señalan que en los locales de prostitución “es frecuente la emisión por televisión de porno comercial en salas y habitaciones”.

Tabla percepción demandantes de prostitución

Según Médicos del Mundo, la reducción de la edad de pago por sexo viene detectándose desde hace al menos diez años. El estudio “Nueva pornografía y cambios en las relaciones interpersonales” (2019), de la Universidad de las Islas Baleares, dirigido por Lluís Ballester y Carmen Orte, sobre la población de 16 a 29 años en España, encuentra algunos de los efectos más preocupantes de la extensión de la pornografía “en la orientación hacia la prostitución de los jóvenes, así como el incremento de la violencia en las relaciones interpersonales”, en lo que han llamado una “escalada de conducta”. “El medio de acceso a la prostitución pasa a ser internet, mediante anuncios que imitan la pornografía, anuncios que se vinculan a las páginas de pornografía con una propaganda muy explícita”, explican.

“Si no hubiera demanda, la prostitución se acababa. Todo el foco hacia los puteros”, afirma Ana Bataller. Sus compañeras y ella volverán a salir este mes de abril a empapelar la ciudad con el dedo que apunta al espectador en sus carteles para “ayudar a que la demanda esté mal vista por la sociedad y que no seamos solo las mujeres las que señalemos a los puteros”.


REFERENCIAS:

“Encuesta de salud y hábitos sexuales”, Instituto Nacional de Estadística (INE), 2004.

Encuesta Nacional de Salud Sexual, desarrollada por el CIS para el Ministerio de Sanidad, 2009.

“Encuesta sobre percepciones y actitudes sociales hacia la prostitución y su regulación”, Universidad Miguel Hernández (Elche), 2021.

“La prostitución en la Comunidad Valenciana (una perspectiva sociológica)”, Universidad de Valencia.

Foro Valenciano para la Abolición de la prostitución, Generalitat Valenciana, Consellería de Justicia.

“Explorando los motivos para pagar servicios sexuales desde las opiniones sobre la prostitución” (2018), Universidad de Comillas.

“Estudio cualitativo sobre salud sexual en jóvenes” (CIMOP, Ministerio de Sanidad), 2019.

“Nueva pornografía y cambios en las relaciones interpersonales”, Universidad de las Islas Baleares, 2019.

“Trata de personas hacia Europa con fines de explotación sexual”, UNODC, 2010.

Gómez Suárez, Águeda; Pérez Freire, Silvia; Verdugo Matés, Rosa Mª, 2015. El putero español. Madrid, Catarata.

Médicos del Mundo, “Hablan los puteros” (2019).

“Señala al putero”, Plataforma Abolicionista de Valladolid (PAV).

 

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