Lydia Osifo: “Cuando entendí que había sido traficada para la prostitución en Europa, lloré un mes”

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“Mi misión como superviviente es utilizar mi historia para ayudar a otras”. Lydia Osifo (Nigeria, 1985), víctima de trata sexual, consiguió salir de la prostitución y hoy es integrante de Las Poderosas, un colectivo con cerca de cincuenta mujeres de ocho nacionalidades. Ella es también una de las Agentes de Cambio del grupo, mujeres que a través de sus experiencias trabajan para sensibilizar y prevenir la explotación sexual. Engañada por los proxenetas a los 18 años en su ciudad natal, Benin City, las lágrimas de Lydia Osifo se vuelven de alegría cuando, tras media vida lejos de casa y sin papeles, recibe por primera vez una carta por la que podrá residir y trabajar con un contrato.

 

– ¿Qué es para usted Las Poderosas?

Las Poderosas para mí es un grupo de supervivientes, de mujeres con historias diferentes en el que reconocemos los derechos de las mujeres. Es también convivencia. Las Poderosas es un hogar. Muchas de nosotras hemos dejado nuestro país hace diez, quince años, pero cuando hacemos reunión de este grupo somos como hermanas.

– Participa en acciones de llamamiento a la abolición de la prostitución. ¿Por qué debe abolirse?

– La prostitución no es un trabajo, es un crimen contra las mujeres. La prostitución es algo muy peligroso, para la salud, para la vida, para la sociedad; y la abolición es una forma de ayudar a las mujeres.

– ¿Por qué la prostitución es peligrosa para la sociedad?

– Porque tenemos niñas creciendo, y un niño o niña que ven esto creen que es normal, por eso es peligroso para la sociedad.

–¿Qué papel cree que pueden tener las supervivientes para avanzar contra el sistema prostitucional?

– Mi misión como superviviente es utilizar mi historia para ayudar a otras. Como alguien que puede hablar desde la experiencia, que lo ha vivido, que sabe que la prostitución no es un trabajo sino que es algo que te hace daño.

“La prostitución no es un trabajo, es un crimen contra las mujeres”

–¿Cómo y a qué edad fue captada para la prostitución en Europa?

– Tenía 18 años, había acabado la educación secundaria. Ayudaba a mi mamá para vender cosas en el mercadillo. Éramos seis hermanos, cuatro chicos y dos chicas. Yo era la mayor y tenía que ayudar para cuidar de los pequeños. Un día, estaba en el mercadillo y vino una mujer muy guapa, con coche. Me preguntó: “¿Quieres ir a Europa?”, y dije: “Sí”. Yo no sabía nada, era para ayudar a mi padres. Me dijo: “Tú eres una mujer con un cuerpo bonito”. Esa mujer vino a mi casa y le explicó a mi padre que iba a trabajar en una tienda en Europa. Al firmar el contrato de 60.000 euros [su deuda], me cogió y me llevó a Noruega, en 2003. 

Un día me dijo: “Hay que trabajar. Hay que hacer prostitución, yo no tengo tienda en Europa”. En mi cabeza pensé: “Ah, eres una traficante”. No tuve una respuesta rápida. Cuando entendí que había sido traficada para la prostitución en Europa, lloré un mes. Había que hacerlo. No lo hice voluntariamente. Cuando pagué los 60.000 euros de deuda, no quería quedarme en Noruega, todo me recordaba lo que había pasado. Por eso vine aquí, estuve en Madrid y después llegué a Pamplona.

“Vino una mujer muy guapa, con coche. Me preguntó: “¿Quieres ir a Europa?”, y dije: “Sí”. Yo no sabía nada, era para ayudar a mi padres”

– ¿Cómo encontró la forma de mantenerse?

– Fue muy difícil. Yo era como un pescadito en un gran mar. Pude coger una habitación porque tenía algo de dinero, y preguntando busqué trabajo, cualquier cosa de limpieza, de lo que fuera. No quería volver a la calle, a la prostitución.

– ¿Qué consecuencias ha tenido esta experiencia para su salud mental?

– Cuando dejé la prostitución no podía dormir por las noches. Soy afortunada de no haber cogido ninguna enfermedad. Mi propia dignidad se la llevaron; en África, cuando una mujer está en prostitución, hay esa idea de que no tiene respeto por sí misma, está perdida. Por eso al llegar a Pamplona no quería hablar con nadie, que nadie supiera mi historia.

– Ha explicado que su captación para la explotación sexual “ocurrió porque era una niña, no un niño”. ¿Cuál es la diferencia entre nacer niña y nacer niño?

– Lo digo porque soy la hija mayor, si hubiera sido un niño mi padre no me hubiera mandado a Europa. Porque un hombre no tiene tetas, no tiene un cuerpo de mujer para vender. Siendo una niña, era considerada la salvación de la familia por lo que podía ofrecer en Europa. Los proxenetas van detrás de las niñas y las mujeres, no de los chicos. Si mi papá hubiera tenido dinero para cuidar de todas nosotras, a mí no me hubieran cogido en ese mercadillo. Son las dos condiciones: la pobreza, primero; y segundo, ser una mujer y tener un buen cuerpo para ser vendida.

“Un hombre no tiene tetas, no tiene un cuerpo de mujer para vender. Siendo una niña, era considerada la salvación de la familia por lo que podía ofrecer en Europa”

– Ahora que ya está fuera de la prostitución, ¿ha conseguido un trabajo estable, una vivienda, que le permitan rehacer su vida?

– Ahora tengo una vivienda, puedo vivir tranquila con mis hijas, hacer cursos de formación –de costura, de cocina, de limpieza profesional–. He podido reconducir mi vida y ya que acabo de conseguir mis papeles podré obtener un trabajo y una vida normal.

– En su experiencia, ¿es el permiso de residencia y trabajo una de las dificultades más importantes para esta reintegración de las mujeres?

– Hace muy difícil tu vida. Una mujer emigrante, sin papeles no puede hacer nada: ni la mayor parte de los cursos, ni encontrar trabajo, ni nada. He estado 19 años en Europa sin papeles. Para regularizarte necesitas un contrato. Te piden siete u ocho mil euros para comprarlo, ¿cómo lo vas a hacer?

– ¿Hay un mercado ilegal de contratos?

– Sí, y muchas veces es además un engaño. Una persona da ese dinero para el contrato y cuando lo lleva para intentar regularizarse, le dicen “ese es un contrato falso”. Y si denuncia a quienes le han engañado, tiene miedo de que sea a ella a quien van a deportar.

“Una mujer emigrante, sin papeles no puede hacer nada: ni la mayor parte de los cursos, ni encontrar trabajo, ni nada. He estado 19 años en Europa sin papeles”

Lydia Osifo, en una imagen de COPO, Costura Poderosa.
Lydia Osifo, en una imagen de COPO, Costura Poderosa.

– Alicia Giménez, coordinadora de Acción Contra la Trata (ACT), explica que usted tiene un precontrato real. Esta oferta tiene que ver con un proyecto de empresa social desarrollado por ACT, ¿en qué consiste?

– Es una empresa de inserción sociolaboral que se llama COPO, Costura Poderosa. Ha empezado con cinco mujeres –de Nigeria, Camerún y Marruecos– en 2021, con una especialista en confección que nos enseñó, Ilazki Martirena. Hacemos muchas colaboraciones y tenemos también nuestra propia marca. Tenemos tote bags, accesorios para el pelo, para bebés y lactancia… ¡muchas cosas! Los portabebés son diseños nuestros con un estilo entre lo europeo y lo africano. En cinco o diez años, queremos crear un estilo propio que mezcla ambos.

– Le ha cambiado la cara al hablar de esto…

(se ríe) ¡Sí! COPO es mi sueño hecho realidad.

– Es también Agente de Cambio con Las Poderosas y ACT. ¿En qué consiste?

– Son muchas actividades. Damos charlas a grupos de mujeres, o en institutos, para hablar de igualdad, para que las mujeres conozcan sus derechos, y sobre trata también.

– ¿Qué mensaje le da a las mujeres jóvenes?

– Deben saber que son muy valiosas, que tienen derechos. Deben saber que lo que hacen los hombres también lo pueden hacer ellas y que no deben ser oprimidas por los hombres. Que estudien mucho, muchas mujeres que no han ido al colegio se mantienen apartadas y tímidas porque sienten que no están en un nivel adecuado en la sociedad. Pero deben saber que son maravillosas.

– ¿Y qué le diría a los representantes políticos?

– Nuestra lucha para abolir la prostitución es una buena lucha. Porque no es “un trabajo” que dignifique, las personas en la prostitución están forzadas. Los políticos deberían ayudarnos en nuestra lucha por el abolicionismo, deben poner más esfuerzos en conseguirlo.

– Cuando hablan de la libre elección en la prostitución, ¿qué opina de ello?

– No creo que ninguna mujer pueda estar en la prostitución de forma libre.

“Los políticos deberían ayudarnos en nuestra lucha por el abolicionismo”

Lydia Osifo y Alicia Giménez, durante una jornada abolicionista en La CIBA, de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona).
Lydia Osifo y Alicia Giménez, durante una jornada abolicionista en La CIBA, de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona).

Reconocer a las víctimas, “un paso gigantesco”

El testimonio de Lydia Osifo encarna la necesidad de los permisos de residencia y trabajo para el restablecimiento de las víctimas. Como explica Alicia Giménez, fundadora y coordinadora de Acción Contra la Trata (ACT), la falta de papeles imposibilita la recuperación, “el estrés sigue siendo alto cuando después de muchos años siguen sin papeles, sin saber si van a volver a ver a su familia. Sin trabajo, sin dinero, son tantas las dificultades en el día a día que no tienen un momento para empezar el restablecimiento”. Lydia Osifo es además madre de dos hijas, a las que saca adelante sola, como es el caso de muchas otras mujeres víctimas de trata y prostitución con menores a su cargo.

La entrada en vigor el 7 de octubre pasado de la nueva Ley Orgánica 10/2022, de garantía integral de la libertad sexual, facilitará la acreditación de las mujeres que hayan sido víctimas de trata en España, sin vinculación a la denuncia previa. Así, en su Artículo 3.2, señala que la nueva ley “es de aplicación a las mujeres, niñas y niños que hayan sido víctimas de violencias sexuales en España, con independencia de su nacionalidad y de su situación administrativa; o en el extranjero, siempre que sean de nacionalidad española”. En su Título IV reconoce el “Derecho a la asistencia integral especializada y accesible” de todas las personas comprendidas en el apartado citado. De otro lado, en su Artículo 36 la ley orgánica recién aprobada establece el derecho a la residencia y trabajo por circunstancias excepcionales para las víctimas de violencias sexuales en situación administrativa irregular.

Alicia Giménez: “El estrés sigue siendo alto cuando después de muchos años siguen sin papeles, sin saber si van a volver a ver a su familia”

Acerca de la acreditación como víctimas de violencia sexuales, al margen de la denuncia y del proceso judicial –en su caso–, el Artículo 37 prevé que también podrán acreditarse mediante informe de los servicios sociales, servicios especializados en igualdad y contra la violencia de género, servicios de acogida, de la inspección de trabajo, o cualquier otro previsto en la normativa sectorial aplicable. En el caso de víctimas menores de edad, la acreditación podrá realizarse, además, por documentos sanitarios oficiales de comunicación a la Fiscalía o al órgano judicial. Los procedimientos para estas acreditaciones se diseñarán en el marco de la Conferencia Sectorial de Igualdad, entre el Gobierno y las Comunidades Autónomas.

Acción Contra la Trata es una asociación creada en 2015 en Navarra para sensibilizar y actuar contra  la trata de mujeres con fines de explotación sexual. Como explica su coordinadora, en la Comunidad Foral además la ley autonómica permite el reconocimiento de las mujeres víctimas de prostitución como víctimas de violencia machista. La coordinadora de ACT espera que la nueva ley orgánica suponga un avance muy positivo. “Que las víctimas de trata tengan sus derechos reconocidos sin tener que denunciar es un paso gigantesco. No estamos hablando de que inmediatamente vayan a tener una ayuda, hablamos de que el país de acogida la vea, la reconozca como víctima de un delito grave. Esa es la primera piedra para iniciar el camino del restablecimiento”, explica. A partir de ese reconocimiento, como merecedora de unos derechos, la mujer entiende que el Estado está para proteger.

¿Qué es lo que echa de menos en esta nueva ley? Desde ACT Alicia Giménez aclara: “que la prostitución no sea entendida como una forma de violencia sexual, y solo recoja la trata. Porque ahí entramos en ese limbo de la interpretación “¿qué es trata y qué es prostitución?”, aunque en realidad la definición de trata [recogida en el Protocolo de Palermo, Artículo 3, ratificado por España; y tipificada como delito en nuestro Código Penal, Artículo 177 bis] llega a casi todas las mujeres en prostitución. Porque recoge, además de las situaciones de coacción o engaño, el abuso de poder, y eso lo hay claramente en cualquier situación de prostitución”. “Nuestra sociedad”, añade, “necesita entender qué es la libertad sexual de las mujeres para que no haya ninguna duda de que la prostitución es una forma de violencia sexual”.

“Nuestra sociedad”, añade Alicia Giménez, “necesita entender qué es la libertad sexual de las mujeres para que no haya ninguna duda de que la prostitución es una forma de violencia sexual”

Panorama sobre la trata en Nigeria

Lydia Osifo nació y creció en Benin City, la capital del Estado nigeriano de Edo, al sur de Nigeria. Una urbe con un millón y medio de habitantes, la tercera mayor de un país conocido como “el gigante africano”, dada su gran población –225 millones en 2022, el más poblado de África y séptimo del mundo–, superficie y riquezas naturales, especialmente el petróleo. El pueblo Edo tiene su propia lengua y una rica historia y cultura. A pesar del enorme potencial nigeriano, las desigualdades sitúan al país en la zona baja del Índice de Desarrollo Humano, en el puesto 163. Según informaciones de prensa y como confirma la propia Lydia, Benin City está considerada el epicentro de la trata sexual en Nigeria.

La UNODC (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito), recopila estadísticas internacionales sobre las víctimas detectadas de la trata de personas. En su último Informe global sobre la trata de personas (2020), documenta 50.000 víctimas de trata detectadas en el año 2018. La propia Naciones Unidas considera que apenas se identifica alrededor de una de cada veinte víctimas de la trata, por lo que solo en Europa su número ascendería a 140.000. El 70% de esas víctimas globales de la trata son mujeres y niñas. La explotación sexual es el principal motivo del delito de trata en todas las regiones del planeta salvo en África, donde son los trabajos forzados. 

La propia Naciones Unidas considera que apenas se identifica alrededor de una de cada veinte víctimas de la trata

Como recoge este informe, en 2019 se detectaron en Nigeria 1.152 víctimas de trata, de las cuales 979 eran mujeres y niñas, la mayoría destinadas a la explotación sexual, el abuso infantil o matrimonio forzado. La trata puede ser interna, en las fronteras de un país, o externa. Los flujos principales transregionales detectados procedentes del África subsahariana se dirigen a la Europa del Sur y Occidental y a Oriente Medio.

En nuestro país, según el Balance Estadístico 2014-2018 sobre la Trata de seres humanos en España del CITCO, se identificaron en España 196 personas en riesgo (identificadas en prostitución en el trascurso de un inspección) procedentes de Nigeria en 2018. Como víctimas de trata sexual, se identificaron 17 nigerianas en ese mismo año. El DataLab de La CIBA, basándose en datos del Ministerio del Interior, señala a Nigeria como el segundo país de origen de las víctimas de trata con fines de explotación sexual, por detrás de Rumanía, para el periodo entre 2012-2018 en nuestro país.

Acción Contra la Trata colabora también con una entidad socia en Nigeria, con la que hace tareas de prevención, la ONG Devatop Centre for Africa Development, dedicada a la lucha contra la trata y por los derechos humanos, que trabaja también con supervivientes de la prostitución, la trata y la violencia machista en el país africano.

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