Casi un 80% más en ocho años, un crecimiento de más del 20% en el primer trimestre de 2022: la tendencia al alza de las denuncias por delitos sexuales en España se aparta de la estabilidad de la criminalidad general. La mayor parte de esta violencia que ejercen varones –el 97% de los responsables– contra mujeres, niñas y niños es un iceberg sumergido: el porcentaje de denuncia de la violencia sexual fuera de la pareja es un escaso 11,1%. La mitad de las víctimas de todos los delitos sexuales son menores de edad. Por qué se denuncian más, qué reclaman las jóvenes o cómo afecta a menores son cuestiones a examinar a partir de la radiografía de la violencia sexual.
Una violencia al alza en los registros
Según el último Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior (1), entre enero y marzo de este año se registraron 4.191 delitos contra la libertad e indemnidad sexual, un 21,6% más que en el primer trimestre de 2021. Entre ellos, las violaciones conocidas fueron 544 en esos tres meses, un 27,7% más que en el mismo periodo del año anterior.
La serie histórica reciente muestra la evolución creciente de los delitos sexuales, solo alterada en 2020, marcado por la excepcionalidad de las medidas contra la pandemia del Covid-19, un año en el que la suspensión de los plazos procesales repercutió en múltiples estadísticas. La cifra de delitos contra la libertad e indemnidad sexual conocidos en 2021 (2) resultó un 29,2% más que en 2020 y 11,1% más que en 2019. De ellos, las violaciones conocidas en 2021 fueron 2.143, un 34,3% más que en 2020. Son un 14,4% más que en 2019. Entre 2014 y 2021, el incremento de los delitos sexuales registrados en 8 años es de un 79,7%.
Estos altos incrementos no son paralelos a un alza similar de la criminalidad general en el país. La tasa general de criminalidad en España en este primer trimestre de 2022 es de 43,8 infracciones penales por cada mil habitantes, inferior a la de 2014 (44,8) y muy similar a la que había en 2015 (43,7) y en años sucesivos. Entre los tipos penales en aumento están las estafas informáticas –que se disparan más de un 60%– y los delitos sexuales.
¿Por qué suben los índices de delitos sexuales?
El propio Ministerio del Interior en sus últimos balances hace este apunte: “este incremento debe ponerse en parte en relación con las activas políticas de concienciación social que han provocado una mayor disposición de las víctimas a denunciar”, reduciendo los niveles de infradenuncia, si bien no justifica la base empírica de esta afirmación.
La Ministra de Igualdad, Irene Montero, considera que el alza responde a un mayor afloramiento, lo que sería un indicador positivo. Así se expresó en su última declaración con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer: ”los datos de aumento de las denuncias de agresiones sexuales nos hablan de una mayor visibilización, una mayor toma de conciencia y una mayor confianza de las mujeres en las instituciones” (3). La Ministra ha centrado su labor política en esta materia en poner el foco en la cuestión del consentimiento positivo, evitar revictimizaciones, poner en marcha los nuevos centros de crisis o eliminar la tipología de los abusos sexuales que pasan a ser grados de las agresiones sexuales, y que son algunas claves de la nueva Ley de Libertad Sexual ya aprobada por el Congreso.
En el caso de la cibercriminalidad sexual, el mayor volumen de denuncias en esta última década es correlativo a la evolución del acceso a internet a edades cada vez más tempranas. El 98% de los niños españoles de 10 a 15 años utiliza Internet de forma habitual desde la pandemia, según el estudio reciente El uso de la tecnología por los menores publicado por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) (4).
Además, dado que la hipótesis del mayor afloramiento tampoco explica la tendencia a la bajada de la edad promedio de las víctimas de los delitos sexuales, debe entenderse en todo caso como explicación parcial.
Según los datos de Interior, dentro de los delitos sexuales registrados crecen significativamente los casos de ciberdelincuencia sexual, un 83% más en 2020 respecto a 2014. En el 80% de los casos afectaron a menores de edad. La mayor parte (el 66%) de las víctimas son de sexo femenino, según el último informe ministerial sobre delitos sexuales (5).
En cuanto a las hipótesis xenófobas que apuntan sobre la población extranjera como si fuera el problema –sí es cierto que es una población más joven y sobrerrepresentada en los datos respecto a su peso en la población general, tanto en víctimas como en victimarios–, no hay correlación con el hecho de que en todos estos años de incremento de la violencia sexual registrada, el índice de población migrante en nuestro país apenas varió desde el 10,74% de 2014 al 11,48% de 2021 (datos INE) (6), es decir, ni un punto porcentual. No hay, pues, datos de ninguna avalancha de extranjeros tras el aumento de las denuncias por violencia sexual en nuestro país.
Las jóvenes piden medidas urgentes
La toma de conciencia de miles de mujeres jóvenes acerca de la violencia sexual es parte medular de la oleada de reivindicaciones feministas de los últimos años, de la que nuestro país ha sido un escenario principal. Un caso concreto de violación múltiple, el de la “manada de Sanfermines” de 2016, está en el origen de la reforma legislativa que ha desembocado en la citada nueva ley sobre libertades sexuales. Fueron la sentencia en primera instancia como “abuso sexual” de este caso, con el movimiento social y debate público que suscitó, los que llevaron en 2018 al Ministerio de Justicia a crear una Comisión para estudiar la modificación de la tipificación de los delitos sexuales.
La Federación de Mujeres Jóvenes (FMJ) ha solicitado la pasada semana “medidas urgentes de protección, atención y prevención” para frenar la violencia sexual. Su presidenta, Ada Santana Aguilera, explica cómo realmente no es posible determinar con exactitud “si la violencia sexual ha aumentado o no, debido a que los datos siguen siendo escasos”, lo que suma a “la cultura de la violación que produce que este tipo de violencia quede muchas veces invisibilizada”. Desde la FMJ, “queremos creer que la mayor conciencia feminista de la sociedad y de las jóvenes está ayudando” a acabar con esa invisibilidad, añade. Para la representante de las jóvenes feministas, hay claramente “un componente común en la falta de educación sexual y la referencia clara en la pornografía” en las últimas agresiones sexuales denunciadas producidas entre jóvenes.
Entre las medidas que la FMJ reclama contra las violencias sexuales se incluyen “incorporar la educación afectivo-sexual obligatoria en todos los niveles educativos incluyendo la pornografía como un marco violento”, cumplir todas las medidas adoptadas en el Pacto de Estado Contra la Violencia de Género, realizar campañas de sensibilización y prevención dirigidas a los jóvenes, obtener y prestar datos estadísticos detallados o herramientas de detección precoz de la violencia.
Una violencia que sí “tiene género” y sí tiene edad
Los datos desmienten con claridad los discursos negacionistas: esta violencia sí “tiene género”, en la medida que es causa y consecuencia del control masculino y afecta desproporcionadamente a las mujeres. El perfil más frecuente de los delincuentes sexuales es el de un varón en el 97% de los casos, de entre 18 y 64 años de edad (86%) y de nacionalidad española (67%; datos de 2020). El 85% de las víctimas son mujeres. En los casos de violaciones, otras agresiones sexuales y acoso sexual, ese porcentaje crece hasta el 92%.
Según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer de 2019 (7), los grupos especialmente vulnerables a la violencia sexual resultaron ser las mujeres con discapacidad, las mujeres jóvenes (de 16 a 24 años) y las nacidas en el extranjero: más de una quinta parte de las víctimas son migrantes –mujeres, niñas y niños–, el 22,2% en 2020.
En los datos de Interior de 2020, el grupo de menores (de ambos sexos) de edad y el grupo de 18 a 30 años representan las tres cuartas partes (76.1%) del total de víctimas. La mitad –el 49,1% de todos los delitos sexuales registrados y el 50,7% de las victimizaciones– de la violencia sexual conocida en 2020 fue contra menores: son la franja de edad con más víctimas. Un porcentaje que ha subido un 5,8% en ocho años, según las cifras del Ministerio del Interior.
Con su proyecto Noches Seguras para Todas, (8) la FMJ inició en 2019 un trabajo sobre la incidencia de la violencia en el ocio de las jóvenes. “Una de las conclusiones más impactantes de esta investigación es la propia conclusión a la que llegan las jóvenes que sienten cómo los hombres se apropian de su espacio y ellas quedan privadas de su derecho al ocio”, explica Ada Santana.
La valoración que Mujeres Jóvenes hace de la nueva ley impulsada por la ministra Montero “es bastante positiva”, dado que recoge reclamaciones de hace tiempo. “Una de las medidas fundamentales de esta ley es el consentimiento expreso, dejando claro que no hay sexo sin consentimiento y de lo contrario estaríamos hablando de una violación”. Un paso adelante por ejemplo para casos de la llamada “sumisión química” –uso de drogas o alcohol para violar– “que actualmente es una estrategia de ligue para los jóvenes, suponiendo una rebaja de la pena, pues según nuestro Código Penal vigente este acto sería tipificado como abuso sexual, al no haber violencia o intimidación. Con esta nueva ley, será catalogado como lo que es: una violación, con la consecuente agravante por haber cometido el acto mediante o aprovechándose de la anulación de la voluntad de la víctima”.
Oportunidad perdida contra los proxenetas
Para la presidenta de la FMJ, “se ha perdido una gran oportunidad” con el proyecto de ley del “solo sí es sí” aprobado el pasado 26 de mayo en el Congreso en lo referido “a la recuperación de la tercería locativa en nuestro ordenamiento jurídico”. En efecto, el texto finalmente aprobado no incluyó la penalización de esta forma de proxenetismo que permanece impune en nuestro país. “Si enseñamos a las nuevas generaciones que basta con tener dinero para acceder a los cuerpos de las mujeres y que sus deseos son más importantes que los derechos de las mujeres, poco van a entender de qué va eso del consentimiento”, explica la representante de las jóvenes. Poco después, el Congreso aprobó la tramitación de una “propuesta de mínimos” del grupo socialista con medidas abolicionistas, entre ellas, la penalización de la tercería locativa.
Violencia sexual contra menores: continua, familiar, grave
El estudio Los abusos sexuales hacia la infancia en España (9), presentado por Save the Children en noviembre de 2021, analiza 394 sentencias judiciales de abusos sexuales infantiles, cometidos entre 2019 y 2020. En el 78,9 % de estos casos, las víctimas son de sexo femenino. La edad media en la que los niños y las niñas comienzan a sufrir abusos es a los 11 años y medio.
Siete de cada diez casos de violencia sexual revisados por el Tribunal Supremo en 2020 tenían como víctimas a menores de edad, a la luz de un estudio del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) (10) sobre sentencias dictadas por el alto tribunal. En los casos de delitos cometidos contra víctimas adultas, el 97,7 % eran mujeres; mientras que en las agresiones sexuales a menores el 68,4 % eran niñas y el 31,6 % niños. En el 26,7% de los casos, la violencia sexual sobre las mujeres adultas fue grupal y participaron dos o más agresores.
Un rasgo específico de la violencia sexual ejercida contra menores es su prolongación en el tiempo: en más de la mitad de los casos de los delitos predominantes –abusos y agresiones sexuales– se perpetraron de forma continuada. Además, y también según este análisis, si tanto para mujeres adultas como para menores los agresores sexuales son mayoritariamente varones conocidos, la relación tiende a ser diferente: los agresores de las adultas son en su mayoría amigos o conocidos (42,8 % de los casos), mientras que para las víctimas menores de edad son en su mayoría parte de la familia (37,7 %), vecinos, educadores o monitores. En un 7,8% de los casos el contacto con el agresor se produjo a través de las redes sociales.
Un tercer rasgo que desvela este informe tiene que ver con el uso de la fuerza que el agresor sexual emplea contra las víctimas, que se emplea más contra las mujeres adultas (49,1% de los casos), seguida de la intimidación o el uso de sustancias tóxicas (especialmente el alcohol); mientras que en las agresiones sexuales a menores predominan el prevalimiento (44,3%) y la intimidación (21,5%).
Finalmente, el estudio del CGPJ recoge cómo para 8 de cada 10 víctimas menores hay consecuencias psicológicas, la mayor parte (59,1%) graves. La larga duración de la violencia sexual ejercida contra niñas y niños, su repetición, las amenazas y el aislamiento consecuente de la víctima explican esta gravedad.
NOTAS:
(1) MINISTERIO DEL INTERIOR. Balance de Criminalidad Primer Trimestre de 2022. http://www.interior.gob.es/documents/10180/14645434/Balance+de+Criminalidad.+Primer+Trimestre+2022.pdf/c75bf84e-fed7-4e2e-aae7-381cc9b1b2b4
(2) MINISTERIO DEL INTERIOR. Balance de Criminalidad Cuatro Trimestre de 2021. http://www.interior.gob.es/documents/10180/12745481/Balance+de+Criminalidad.+Cuarto+Trimestre+2021.pdf/8bfb0ff5-031b-4183-8af8-7858d8f78e00
(3) CONSEJO DE MINISTROS. Intervención de Irene Montero. 23/11/2021. https://www.lamoncloa.gob.es/consejodeministros/Paginas/EnlacesTranscripciones_RPCMin_2021/231121-i-montero.aspx
(4) OBSERVATORIO NACIONAL DE TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD (ONTSI) (2022). El uso de las tecnologías por los menores en España. https://www.ontsi.es/es/publicaciones/uso-nuevas-tecnologias-menores-Espana-2022
(5) MINISTERIO DEL INTERIOR. Informe sobre delitos contra la libertad e indemnidad sexual en España 2020. https://estadisticasdecriminalidad.ses.mir.es/publico/portalestadistico/dam/jcr:5cf7f0d9-b3a4-4767-8942-1a9c23e60212/INFORME%20DELITOS%20CONTRA%20LA%20LIBERTAD%20E%20INDEMNIDAD%20SEXUAL%202020.pdf
(6) INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA. Principales series de población desde 1998. https://www.ine.es/jaxi/Datos.htm?path=/t20/e245/p08/l0/&file=02001.px
(7) DELEGACIÓN DEL GOBIERNO CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO. Macroencuesta de Violencia contra la Mujer 2019. https://violenciagenero.igualdad.gob.es/violenciaEnCifras/macroencuesta2015/pdf/Macroencuesta_2019_estudio_investigacion.pdf
(8) FEDERACIÓN DE MUJERES JÓVENES (2019). Noches seguras para todas. https://mujeresjovenes.org/portfolio/noches-seguras-para-todas/
(9) SAVE THE CHILDREN (2021). Los abusos sexuales hacia la infancia en España. Disponible online en: https://www.savethechildren.es/sites/default/files/2021-11/Los_abusos_sexuales_hacia_la_infancia_en_ESP.pdf
(10) LORENTE, Miguel (2021). Estudio médico-legal de las sentencias por delitos contra la libertad y la indemnidad sexual. Consejo General del Poder Judicial. https://www.poderjudicial.es/cgpj/es/Poder-Judicial/En-Portada/Siete-de-cada-diez-casos-de-violencia-sexual-revisados-por-el-Tribunal-Supremo-en-2020-tenian-como-victimas-a-menores-de-edad-