Esta reconocida superviviente de la trata y la prostitución se atrevió a desafiar a sus proxenetas llevándoles a juicio. Al hacerlo ganó el primer juicio en el mundo donde una víctima, después de haber sido rescatada de 16 años de esclavitud sexual, se convirtió en querellante de sus explotadores y del Estado Municipal que el propio Tribunal de Casación Federal argentino consideró “rufián y proxeneta”.